Esto es un servicio que, cada vez más, se está implantando en la concepción, diseño y construcción de grandes centros industriales. Vamos a ver, en 4 pasos, la receta de esta “fórmula mágica”.

• Optimización de la solución: No es suficiente con conocer lo métodos constructivos y de diseño de los pavimentos industriales para poder hacer una correcta prescripción. Es necesario, además, conocer todos los aspectos operacionales y de mantenimiento de las industrias. Por ejemplo, no son iguales las necesidades de una industria logística que las de una industria agroalimentaria, donde los productos de limpieza son más agresivos con el pavimento que el propio uso. Manejar y comprender toda la problemática de las actividades industriales es un requisito esencial del técnico especialista en pavimentos. Este matiz diferenciador respecto de los ingenieros generalistas les capacita para la verdadera optimización de los pavimentos, no solo ahorrando en la inversión inicial, sino también reduciendo los costes de mantenimiento futuros.
• Planificación de obra. Método constructivo: La correcta planificación y el orden de ejecución de los trabajos de construcción depende de varias cuestiones que a continuación se enumeran:
  1. De las características del pavimento: Que determinará la posibilidad o no de utilizar medios mecanizados (extendedoras láser y espolvoreadoras mecánicas).
  2. De las condiciones y plazos de obra: Que obligará a plantear los rendimientos mínimos de ejecución en cumplimiento de un planing general de obra.
  3. De los condicionantes de uso: Si el pavimento es de alta planimetría o si es necesario un potente armado (como es el caso de las losas de cimentación de los almacenes autoportantes) determinará el tipo de su puesta en obra (ejecución por pasillos, uso de bombeos…)
  4. Accesibilidad: Pavimentos de obras de rehabilitación de edificios ya construidos, actuaciones en garajes, sótanos de difícil acceso, elevados edificios, son retos difíciles para los diseñadores.
• Protocolo de control: La correcta prescripción y un correcto planteamiento en la planificación de la obra no son suficientes si caen en manos de empresas poco profesionales o poco cualificadas, las cuales defienden intereses que están muy lejos de la calidad que un elemento de acabado exige. Para evitar esto, el diseñador está obligado no solo a planificar la producción, sino a indicar también de forma sistemática y detallada los siguientes puntos:
  1. Cómo controlar las condiciones de la base sobre las que se realizará el pavimento y los criterios de aceptación.
  2. Cómo construir el pavimento con una descripción detallada de los materiales y formas de aplicación.
  3. Qué controles hay que realizar y cuando.
     1. Control de calidad de los materiales in situ
     2. Control de niveles

• Control y aceptación de elementos constructivos auxiliares

1. Control de pendientes

1. Cuáles son los parámetros mínimos de calidad para la aceptación del pavimento.

• Control en obra. El protocolo de control se convierte en papel mojado si no existe la figura de un técnico cualificado que controle todo ello en obra y vigile la buena marcha de las obras.

Este servicio que comprende DISEÑO + PLANIFICACIÓN + PROTOCOLO DE CONTROL + CONTROL EN OBRA de unidades de pavimentación industrial es un servicio que hoy en día es muy bien acogido por las propiedades que quieren obtener en sus pavimentos una garantía total de ejecución. Esta garantía total es sinónimo de perfecto acabado, durabilidad, optimización y ahorro económico.

Este servicio que podemos calificar de “Consultoría y Project Manager de unidades de pavimentación industrial” es ofrecida únicamente por empresas altamente especializadas y de gran cualificación técnica, que ponen al servicio del cliente los medios de diseño y prescripción, junto con los medios humanos y técnicos necesarios para la completa solución de los pavimentos industriales.

A nivel mundial existen muy pocas empresas de este perfil pero que cada vez son más demandadas, ya que se han obtenido grandes resultados gracias a la aplicación de la “fórmula mágica” antes descrita.

Tipos de control. Previo, durante y posterior.

Control previo: se realiza de forma sistemática sobre los elementos constructivos que rodean al pavimento (calidad de la base, juntas de perímetro, juntas de hormigonado, refuerzos puntuales en zonas conflictivas, cruces de juntas, acometidas a sumideros…). Un chequeo diario de control sobre estos puntos es necesario para evitar “sorpresas” futuras.

Control durante el hormigonado: Un exhaustivo control sobre la calidad del hormigón que llega a obra (cono de abrams, tiempos de espera, frecuencia, mezcla de fibras, control de ensayos…) nos garantiza, en un tanto por ciento muy elevado, el éxito de las características del pavimento.

Control posterior: Planimetrías, test de abrasión superficial, localización de juntas, distribución de las mismas respecto al diseño de proyecto, profundidad de corte, remates, calidad superficial.